Como diría Neil deGrasse Tyson en la serie Cosmos, si alguien de otro mundo viniera a nuestro planeta, diría que este es el planeta de los Tardigrados
Comunmente llamados Osos de Agua, por su aspecto y movimientos lentos (de allí viene el nombre Tardigrado), son unos de los seres más abundantes de nuestro planeta.
Estos microscopicos animales, son tal vez los más resistentes de la tierra, viven an casi cualquier lugar en temperaturas que varian tanto como: -200 °C hasta los 150 °C, pueden sobrevivir incluso la radiación ionizante (que mata otros seres) y puede sobrevivir hasta 10 años sin agua.

La mayoría de los tardígrados son terrestres y habitan fundamentalmente en la película de agua que cubre los musgos, líquenes o helechos, aunque también pueden llegar a habitar aguas oceánicas o de agua dulce, no habiendo virtualmente rincón del mundo que no habiten. Los adultos más grandes pueden verse a simple vista porque llegan a alcanzar un largo de 0,5 mm.
Se conocen mas de 1000 especies diferentes de tardigrados y se reproducen a través de huevos.
La cualidad más fascinante de los tardígrados es su resistencia y capacidad de entrar en un estado de animación suspendida conocido como criptobiosis. Mediante un proceso de deshidratación, pueden pasar de tener el habitual 85 % de agua corporal a quedarse con tan solo un 3 %. En 2016 científicos del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón (NIPR) consiguieron reanimar a ejemplares que llevaban más de 30 años congelados.
Esta resistencia permite a los tardígrados sobrevivir a temporadas de frío y sequedad extremos, radiorresistencia a la radiación ionizante y resistencia al calor y la polución. Existen estudios que demuestran que, en estado de metabolismo indetectable, pueden sobrevivir a temperaturas que oscilan entre los –20 °C y los 100 °C. En condiciones de laboratorio extremas parece que pueden sobrevivir a temperaturas entre -273 °C, casi el cero absoluto y 151 °C. Asimismo parece que pueden sobrevivir a la inmersión en alcohol puro y en éter. Científicos rusos afirman haber encontrado tardígrados vivos en la cubierta de los cohetes recién llegados de vuelta del espacio exterior. Recientes investigaciones demuestran que son capaces de sobrevivir en el espacio exterior.
En septiembre de 2007 se lanzó la sonda espacial Foton M3 de Rusia y la ESA, y en ella fue colocado un grupo de tardígrados. Se comprobó que no solo sobrevivieron a las condiciones del espacio exterior, sino que incluso mantuvieron su capacidad reproductiva, por lo que se les considera el ser vivo más resistente. Además, pueden soportar 100 veces más radiación que los seres vivos más resistentes y pueden pasar años en un estado de hibernación sin agua, y reactivarse en cuanto se les suministre